miércoles, 4 de julio de 2007

Telegraphic loveletter


Ahora que hemos vuelto, que podemos contar más y mejores cosas y, además, haciéndolo con conocimiento de causa, ahora nos cuesta más que nunca. Regresar a la rutina y al trabajo tras aquellos días diez de oro supone un esfuerzo extraordinario que resta tiempo a quehaceres tales como mantener activo este blog. Por otro lado, el consejo de redacción no es capaz de reunirse al completo para tomar una decisión definitiva acerca de la mejor manera de enfocar el relato de nuestras peripecias. Y, en última instancia, me consta que echar la vista atrás sin saber cuándo será posible continuar la odisea todavía causa cierta aflicción en algunos miembros del equipo. Recordemos el sabio consejo de ミゲル-san:

"Ni se os ocurra escuchar estos días la banda sonora de Lost in Translation,
porque sus cortáis las venas con la depresión"

De modo que para que este blog tenga una periodicidad más digna que la de "¡Yotsuba!", haré lo que sea preciso. Sí, incluso tirar de refrito. Lo que ustedes van a leer a continuación no es sino un burdo "corta y pega" del texto escrito a vuelapluma que colgué en el foro de Portal Japón para resumir nuestro viaje. Esto que aquí sigue no impedirá una narración más detallada y mejor documentada de aquellos días de sake y hortensias, pero por ahora les sirve para hacer boca, así que no protesten.


Telegrama de amor a un país, desu ne!

-día 19: llegamos a Narita. Air France nos pierde las maletas. Nuestro colega de Londres que debía juntarse con nosotros en París pierde el enlace y llega una hora después. Pruebo mi primer retrete japonés y mi primer Calpis: mi vida no volverá a ser igual. Nos trasladamos a Kioto. Sudados y sin mudas nos vamos a dar un garbeo vespertino y a comprar ropa.

-día 20: visitamos el castillo de Himeji y el jardín adyacente. Lo flipamos. Seguimos cheirando a bravío. Por la tarde llegan nuestras maletas a Kioto. Nos ponemos nuestras mejores galas y nos vamos al barrio de Gion. Vemos geishas. Cenamos a todo lujo en una terraza sobre el río. Me enamoro de la camarera japonesa (esta secuencia se repetirá un número de n veces durante todo el viaje).

"Con su blanca palidez..."

-día 21: visitamos Nara. Lo requeteflipamos. Los ciervos casi se comen a mi colega ベンハミン. Somos el pasatiempo de los escolares japoneses de excursión en Todai-ji. Visitamos Horyu-ji a todo trapo. Por la noche, en Kioto, nos hacemos el paseo de los filósofos a oscuras. No vemos un pijo, aunque merece la pena por las luciérnagas que atraen a muchas familias a esas horas intempestivas.

-día 22: nos cae todo el tsuyu (temporada de lluvias) concentrado en un solo día. Nos recorremos todo lo que podemos de Kioto en medio del Diluvio Universal II (Pulmonía Strikes Back): Kiyomizu-dera, Higashiyama, Ginkaku-ji, Kinkaku-ji, Ryoan-ji. Intentamos llegar al bosque de bambú de Arashiyama. Nos perdemos. Nos requetemojamos. Nos recuperamos pegándonos el fiestorro nocturno en una tasca donde trabamos amistad con dos japos y un coreano. Hablo por teléfono en italiano con la hermana japonesa del amigo Yatsu, casada con un italiano y residente en el país de la bota. Me dice que estamos borrachos. Acierta.

-día 23: nos vamos a Tokio. El hotel tiene retrete futurista: ¡yatta! Me zampo mi primer ramen con más avidez que Naruto. Nos pateamos Harajuku. Me siento más de provincias que nunca. Visitamos el parque de Yoyogi y el santuario Meiji. Por la noche salimos con tres muchachas japonesas de cena y farra. Me tomo una copa a la sombra de las oficinas de Konami. Logro que las chicas hagan el Kame-hame-ha. Bailamos tres horas seguidas en un antro de Roppongi. Nos quedamos sin voz tras nosecuántas horas de desmadre en un karaoke que tiene un alien gigante en la fachada. Nos vamos a dormir a plena luz del día mientras los cuervos planean sobre los cadáveres andantes que somos. Ganbare!

-día 24: hábilmente habíamos plaenado este día como la jornada de descanso. Marchamos a Hakone con otras dos conocidas japonesas. Nos cae otro aguacero. Llegamos al ryokan Taiseikan, en un enclave de ensueño. Nos dan la mejor habitación. Lo flipamos como nunca. Hacemos el tonto un rato largo con los yukatas y las carpas del estanque. Nos sirven una cena de lujo inenarrable (el episodio del bicho que casi nos tragamos vivo merecerá capítulo aparte). La digestión, en el onsen. Nos arreamos unos buenos calderazos de agua fría. Nos escalfamos las gónadas en ese agua volcánica. Tenemos la toallita en la cabeza. Lástima de cámara. Volvemos al cuarto a dormir sobre los futones.

Taiseikan=máster en japonismo (yukata+onsen+comida viva)

-día 25: desayuno inenarrable. Lo primero que me llevo a la boca es un jurelo. He perdido todas mis aprensiones hacia la comida. Otro baño potente. Saludamos en bolas desde la poza exterior a quien quiera que venga cruzando el puente que lleva al ryokan. Nos despedimos de nuestra ama de llaves del Taiseikan, que ha sido como una segunda madre. Nos marchamos de Hakone directos a Nikko. En el tren veo a la número 1 del ránking de japonesas de las que me prendo platónicamente durante el viaje. Aún no sé por qué no bajé en aquella estación. Nikko nos deja pati-diphusos. Y calados hasta los huesos. Escapamos de la lluvia entre templo y templo. Se nos echa el tiempo encima y no nos da tiempo de ver el parque natural. Volvemos a Tokio y cenamos en un bar lleno de jevirulos nipones.

-día 26: nos vamos con Hiroko-san al mercado de Tsukiji. Un hombretón del muelle nos pega un paseo por el mercado a 200 km/h subidos en su motocarro. Vemos pasar nuestra vida en un flash por delante de nuestros ojos. Aún no sabemos cómo, pero sobrevivimos. El mercado rivaliza con la Plaza de Lugo de Coruña en variedad y en extensión es como alguno de los pueblos limítrofes de nuestra ciudad. Desayunamos el mejor sushi de Tokio en una tasca del mercado. Vamos a un parque y tomamos un crucero por el río Sumida. Asakusa. Broadway-Dori. Akihabara (nuestra Visa empieza a temblar). Shinjuku. El dueño del restaurante yakitori nos hace un show de artes marciales y magia. Ver para creer. Pruebo el pachinko. No lo entiendo. Vuelta a Akiba. Temo por mi cuenta corriente.

-día 27: Parque Ueno. Museo Nacional de Tokio. Palacio Imperial (Akihito no nos recibe). Ginza. Ronda comercial por el barrio chic. Shibuya. Parecemos Paco Martínez Soria metidos en medio del famoso cruce. Conseguimos hacer purikura tras arduos intentos. Salimos guapísimos en las fotos. Nos vamos al célebre Starbucks a contemplar cómo ruge la marabunta tokiota desde las alturas. Repetimos Harajuku. Ceno katsukare. Me acuerdo del curry durante varias horas.

-día 28: damos mil vueltas antes de llegar a la Tokio Tower. Se nos hace tarde y ni podemos subir. Tenemos que volver a Meguro a toda prisa, donde quedamos para ir al Museo Ghibli (¡sí!). Llegamos a Mitaka. El museo es una maravilla. Me emociono de veras, pero no dejo que mis amigos lo noten. El merchandising de la tienda es carísimo. Compro poco. Hoy me arrepiento. Estoy obligado a volver algún día. Nos tomamos una gaseosa extrañísima. En el bus de vuelta cruzamos indirectas con unas japonesas que se ríen de nuestro acento. Pasamos la tarde entera en Akiba, ultimando compras. Siento que se nos escapa el tiempo.

-día 29: madrugón. Narita. Viaje de vuelta. Llegamos a Vigo a las 22:15. Estoy en casa a las 00:30. Quiero volver.

マヌエル

sábado, 30 de junio de 2007

"He tenido un sueño..."

Hace un rato he devuelto al reloj de mi muñeca, que orgulloso mostraba siete horas de adelanto, la misma hora que tienen el resto de relojes. Poco después he freído un huevo encapotado, mi plato favorio de siempre, para comer. Se me ha escapado un suspiro y he certificado el retorno a la realidad.

¡Ya estamos de vuelta! Hemos viajado a Japón y hemos regresado para contarlo. El agotamiento de estos diez últimos días de frenesí y la neblina mental que produce el jet lag todavía impiden poner orden a la miríada de momentos que desde ahora atesoraremos como privilegiados que hemos sido. No pudimos hacer todo cuanto planeamos, pero como por arte de birlibirloque también vivimos instantes que no podríamos haber concebido jamás en nuestros ilusionados planes nipones.

El bienintencionado "más noticias en unas horas" del único post escrito por ミグル-san desde el archipiélago no tuvo continuidad porque la vorágine turística nos consumió y nos mantuvo alejados del híperespacio de fibra óptica. A partir de este momento, rescatados de aquellos días de exotismo y extrañeza, sí podremos comenzar el relato pormenorizado de los hechos y atentados acaecidos y perpetrados a la luz y a la sombra del sol y el chubasco naciente.

Así que será preferible dejar algo claro desde el principio. Japón no es como lo había imaginado: ES MEJOR (y nosotros estuvimos allí).

"¡¡¡Sois nuestro blog favorito y sois kawaiiiii!!!"

Desu ne! ha vuelto con hechos y palabras, con pruebas documentales y batallitas magnificadas, con risas y lágrimas, con estómagos de acero y esfínteres desinfectados, con mojaduras y pieles quemadas, con rezos a Buda y karaoke y, desde ya mismo, con un poco de nostalgia. Es por eso que viviremos el viaje una segunda vez con quienes tengan el interés y la paciencia de leernos.

Ja ne!

マヌエル

miércoles, 20 de junio de 2007

The pleasure of flight

Estamos en Japon!
Sin maletas... bueno, no todos, algunos perdimos el enlace en Paris nos cagamos en todos los gabachos del aeropuerto para conseguir entrar en un vuelo una hora mas tarde y llegamos con maleta. Pero el resto de la expedicion, la parte espanish, ha conseguido un patrocinio de Air France para ir de compras por Kyoto hasta que les devuelvan las maletas... dicen estar en camino (JAJAJA).

Asi que como os podeis imaginar el primer dia ha estado lleno de sobresaltos. El caso es que al final nos hemos encontrado todos en Narita que era lo importante, el resumen del dia seria algo como...

Una vez reunidos lo primero que me sueltan es... "ya hemos probado el retrete del senhor Spock y mooola". Tras lo cual tocaron los tramites importantes, cambiar el JRPass, facil, llegar a la oficina soltar cuatro cosilla en ingles y pase y billetes a Kyoto listos, lo segundo, alquilar un movil, facil, justo enfrente de la oficina del JR hay una oficina de alquiler de tlfns que por unos cuantos yen al dia te dan acceso al mundo de las comunicaciones.

El siguiente paso... viajes en tren, alucinante, igualito que en la patria madre, llegan a la hora en punto y van como balas, pero el shock es al cambiar en la estacion de Tokyo, calor, humedad y calor, asi se podria resumir el tiempo por aqui, no estamos acostumbrados a estos calores y sudamos como puercos, algo que viene de perlas al no tener equipaje ni ropa para cambiarse.

Llegada a Kyoto... mas calor. Pero toca comer y vaya comida, por unos 1400 yen nos ponemos como los padres de Chihiro y nos trasladamos al hotel (mas datos y fotos en proximos articulos) y nos damos una ducha que pediamos como agua de mayo.

A pesar de estar derrengados toca pasear que es bueno, dicen, para el jet-lag. Asi que visita al centro comercial de Kyoto donde nos llevamos buenas impresiones del mundo nippon, chicas con andares raros, pintas, conbinis, centros comerciales caros, pachinkos y templos, todo en uno.

Bueno, ahora mis compis de viaje me arrean para que me largue del PC, y es que nos vamos a Himeji y a Kobe.

Mas noticias en unas horas.

Ja ne!

ミグル

domingo, 17 de junio de 2007

Misión Posible: Japón

¿Estamos todos? ¿Sí? ¿Listos y preparados? ¿De verdad? Pues allá vamos.



-"¡En formación, ar!" - "Desu ne, señor, sou desu ne!"

Plan de ataque

18 – salimos de Vigo y de Londres; reunión en París
19 – llegamos a Japón; dormimos en Kyoto
20 – visitamos Himeji y Kobe; noche en Kyoto
21 – visitamos Nara; noche en Kyoto
22 – Kyoto
23 – viajamos a Tokio, donde dormimos
24 – visitamos Hakone y dormimos en el ryokan allí
25 – viajamos de Hakone a Nikko y volvemos a dormir a Tokio
26 – Tokio
27 – Tokio
28 – Tokio
29 – salimos de Japón y regresamos a Londres y Vigo (rápida huída a Coruña)



Objetivos

templos, jardines, naturaleza, chicas japonesas, frikear, Akiba, escalfarse, megalópolis, gatobús, ternera, Nintendo, ramen, más chicas japonesas, karaoke, sake, Fuji, cosplay, samurais, trenes, despertar así...


De modo que, tras muchos años de ilusión, mañana estaremos volando hacia Tokio. Nos despedimos aquí hasta dentro de doce días, pues dudamos de que el frenesí turístico nos permita actualizar convenientemente el blog. A estas horas, ya sólo puedo pensar en lo que nos diría Humphrey si nos despidiese en el aeropuerto:


"Si no subís a ese avión a Tokio, os arrepentiréis, tal vez no hoy ni mañana,

pero lo haréis tarde o temprano y será para siempre"

Palabra de Bogart. Amén.

Ja ne!!!

マヌエル

jueves, 14 de junio de 2007

Itadakimasu!!

A tan solo dos días y unas pocas horas para que de comienzo nuestra aventura japonesa, no quería tomar rumbo sin antes dejar mi huella en este blog, ya que soy el único power que no lo había hecho todavía.

Ha sido una ardua tarea, pero al final conseguí sacar un poco de tiempo y buscar un poco más de información sobre el país del humor amarillo.

Ya se ha hablado de muchas cosas en este blog… de cómo organizar el viaje, de cómo comportarse, de la moneda, de mitología, hasta de cómo evitar la lluvia, pero.. y que hay de la comida? lo que nos sustentará después de esas largas caminatas por los bosques de bambú de Kyoto, o de todo un día de compras por el barrio de Ginza :p? Algunos pensaran - a comer arroz y pescado crudo! Pues no, no solo de eso vive el japonés, aquí os dejo una muestra de ello…

Primero los alimentos se clasifican por el método de coción:
Los preparados a la parrilla (yakimono), los hervidos (nimono), los elaborados al vapor (mushimono), los hechos en hornillos sobre la mesa (nabemono), los rebozados en pasta y fritos (agemono) y los crudos (sashimi), más el arroz.

La combinación de los colores, los sabores, los modos de cocinar y los elementos, son importantes. Se utilizan 5 colores( verde, amarillo, rojo, blanco y negro), 5 sabores (dulce, salado, agrio, ácido y picante), 5 artes (crudo, cocido, al vapor, a la parrilla y frito) y 5 elementos (fuego, tierra, madera, metal y agua).


Estos son solo algunos de los platos y variedades que hay:

Tempura: Gambas y vegetales fritos en un rebozado especial

Ramen: Básicamente son fideos hervidos en agua, servidos en un plato de sopa, para ser después cubiertos con alguna variedad de carne

Takoyaki: un ravioli esférico básicamente compuesto de pulpo y rebozado

Tamagoyaki: lo más parecido a una nuestra tortilla

Okonomiyaki: pasteles rebozados fritos en sartén con diversas coberturas de sabores

Donburi: Un plato de arroz al vapor servido en cuenco con diferentes ingredientes

Y quién diría que en Japon es donde se come la mejor carne de vacuno!!

Es la de buey de kobe, la más cara del mundo. Para alcanzar este grado de calidad máximo se frotan los bueyes de kobe con alcohol (ginebra japonesa) diariamente, con lo que la grasa se mezcla entre los músculos perfectamente, reciben todas las atenciones de las que sería objeto un niño enfermo. Además, los animales beben cerveza durante todo el año anterior a su matanza y cada día tambien, reciben un masaje que ayuda a relajar el tono muscular. Por cierto creo que no tendremos el placer de catarla ya que el precio del kilo es de 200 a 300 €.


Eso si que es vida y no lo de la ternera gallega, jeje
Y si no dispones de mucho tiempo siempre puedes amañar comiendo bento...

Los “obento” son una especie de fiambreras con comida para una persona. Se pueden encontrar en tiendas 24h "conbini", en supermercados, e incluso hay tiendas que solo venden este tipo de comida. La gran mayoría de japoneses comen bento.
En cuanto a los precios, los hay desde 400 yenes hasta 1000 yenes.

Este es solo para ir abriendo boca, a la vuelta os contaré más...



エヂタ

miércoles, 13 de junio de 2007

¿Me lo pone para regalo? (y 2)

Prefiero que lo explique Roland Barthes:

"Geométrico, rigurosamente dibujado y a pesar de ello siempre firmado en cualquier parte por un pliegue o un nudo asimétricos, el juego con el cartón, la madera, el papel y las cintas, debido al esmero, la técnica misma de su confección, ha dejado de ser el accesorio pasajero del objeto transportado y él mismo se convierte en objeto; el envoltorio, en sí, se consagra como algo precioso, aunque gratuito; el paquete es un pensamiento; así, en una revista vagamente pornográfica, la imagen de un joven japonés desnudo, atado con cordeles como un salchichón: la intención sádica (más ostentosa que cumplida) se absorbe ingenuamente -o irónicamente- por la práctica, no de una pasividad, sino de un arte extremo: el del paquete, la cuerda.

"Santa, o me envuelves los regalos con esmero japo,

o ya estás subiendo de vuelta por la chimenea"

Sin embargo, por su misma perfección, este envoltorio, a menudo repetido (nunca se acaba de deshacer el paquete), retrasa el descubrimiento del objeto que encierra -y que suele ser insignificante, pues es precisamente una especialidad del paquete japonés la desproporción entre la futilidad de la cosa y el lujo del envoltorio: un pastelillo, un poco de pasta azucarada de alubias, un "recuerdo" vulgar (como sabe producirlos, desgraciadamente, el Japón) son embalados con la misma suntuosidad que una joya. Diríase, en suma, que el objeto del regalo es la caja y no lo que ella contiene".

Olvidemos pues esos papeles de estampados chillones, sujetos con celofán y rematados con pegatinas doradas con dos leyendas invariables: "Felicidades" y "Espero que te guste". Si queremos quedar bien, podremos incluso regalar una caja con un ladrillo siempre que dicho ladrillo esté empaquetado con esmero y delicadeza. Allí las apariencias no engañan, sino que lo son todo.

Al fin y al cabo, Japón es el país del envoltorio: se enredan las muchachas en vueltas y más vueltas de kimono; se enrolla el arroz en canutos de algas; a su vez, esa comida empaquetada en el obento se transporta en un furoshiki (que ahora pasa por ser un complemento cool de moda allende el archipiélago); y se atan, como refiere Barthes, las mozas y mozos para las sesiones "bondage" que asociamos directamente al gusto pornográfico nipón.

Imagínense ahora esas colas infernales de los días de Navidad en un imaginario El Corte Inglés transplantado a Tokio. Piensen si en lugar de despacharnos con esos horrendos envoltorios de triángulos negros, blancos y verdes producidos en serie, tratasen cada paquete ("¿Me lo pone para regalo?") con el exasperante detallismo nipón. Piensen, piensen y tendrán una intuición de lo que es la eternidad...


マヌエル

¡¡¡Habemus Ryokan!!!

¡Si señores, tenemos ryokan!

"Oeee Oeee Oeeee Oeeeeee"

Como ya habíamos comentado en este blog, estábamos en búsqueda de un ryokan donde pasar una noche a ser posible en Hakone. En un principio dependía de nuestra intuición y la capacidad de imaginar que diablos pone en esas preciosas páginas web llenas de kanjis de la mayoría de esas casas rurales japonesas, pero he ahí que cuando más apretados nos veíamos, se nos apareció la virgen. Gracias a uno de nuestros contactos en tierras niponas la posibilidad de elegir y reservar una habitación se hacía tarea sencilla... o eso pensábamos.

Nuestro incauto contacto se ofreció amablemente a ponerse en contacto con algunos de los ryokanes de la lista e incluso recomendar alguno más... incauta... no sabía donde se metía, el caso es que raudos y veloces nos agarramos a ese ofrecimiento como un panda a una rama de bambú, y es ahí donde comenzó el viejo deporte nacional del toreo, "nos interesan este, este, este y este...", fácil, "pero que sean rústicos, tengan onsen, sirvan comida en la habitación y sean baratos" vamos, el chollo del siglo.

En fin que tras unos cuantos días con ella llamando a los establecimientos, nosotros discutiendo que si este o aquel, ella otra vez intentando explicar el uso de los baños y lo bonito de las hydrangeas en temporada, y por último seleccionando el que mejor pinta tenía desde un principio... Llegó el correo esperado, "tenemos reserva en Taiseikan (en inglés)".

Ahora los datos interesantes:

Precio:
¥31.651 por cabeza impuesto incluido

Incluye:
Cena y desayuno tradicional japonés en la habitación.
Baños comunes (no mixtos) de aguas termales en el exterior.
Habitación tradicional con sus yukata.

Sabemos que es caro, mucho, pero con el dinero que nos hemos ahorrado en el alojamiento en Kyoto y Tokyo no nos ha dolido tanto. Las críticas lo ponen de muy bien para arriba, con una comida excelente, y además no sé a los demás pero a mí me tiene un aire a la casa de baños de Yubaba que ya de por sí tiene mil puntos más.

"como dos gotas de agua, ¿a que si?"

Ahora solo nos queda estar eternamente agradecidos a Hiroko por toda su ayuda y paciencia con estos galiciaijines y esperar que le guste el regalo... dejo el tema del envoltorio a mis compañeros que para eso son los que tienen más tiempo de espera en el aeropuerto, je je je.

ミグル

sábado, 9 de junio de 2007

¡Qué detallista me eres! (Regalos, 1ª parte)

Certificando la proverbial amabilidad japonesa, resulta que, sin ni siquiera haberlo pretendido, en nuestra estancia por la tierra de Godzilla vamos a contar con anfitriones. Dos son las incautas que han accedido a tutelar a estos gaijines: la una, durante las peripecias turísticas diurnas por Tokio; la otra, como guía de las noches de neón, sake y karaoke. Para demostrarles que nosotros no somos menos amables y que nuestras mamás nos han enseñado a ser bien educados, corresponderemos a sus atenciones con un regalo con denominación de origen gallega. Pero es en este punto, cuando de regalar se trata, que nuestras buenas intenciones se estrellan de bruces contra el inevitable y agotador protocolo japonés. ¿Es posible en alguna parte del mundo que un regalo pueda ofender en lugar de agradar? En cierto archipiélago asiático, sí.

La acción de regalar se denomina "zōtō" en idioma japonés. Visto, lo visto, su traducción más fidedigna al castellano sería: "meterse en un embolado del quince". Vamos a obviar aquí las infinitas normas de cortesía específicas que los japoneses siguen cuando regalan, en función de la ocasión y las circunstancias, y citaremos tan sólo unas cuantas generalidades.

Hay ciertos presentes que es mejor evitar. Así, regalar un peine te convertirá en la persona más impertinente de todo el país. El peine o "kushi" se pronuncia igual que "ku" (sufrimiento) y "shi" (muerte). Del mismo modo, "shi" también es una de las pronunciaciones del número cuatro, así que se desaconseja regalar algo que consista en cuatro artículos. Siguiendo con los motivos funestos, conviene saber que el regalo de té verde se hace habitualmente en los funerales, por lo que queda descartado en otra ocasión. También los crisantemos se relacionan con los oficios fúnebres. Si ofreces un cuchillo o una navaja albaceteña se considerará que estás intentando cercenar la amistad. No está de más señalar que el color blanco es el color del duelo y que el rojo se reserva para ocasiones festivas.


"¿Cómo que un peine? ¿Un peine? %&"·$$"·!""·$%!"


Decidir el objeto en cuestión es solo el primero de los quebraderos de cabeza. Entregarlo también es desquiciante. Lo habitual es que el receptor rechace la ofrenda en varias ocasiones y se haga de rogar. Tantas veces como lo rechace, otras tantas habremos de insistir. Diréis: "¡Pesados, si se pirran por saber qué es!". Pues no. La norma es que los regalos no sean abiertos en nuestra presencia. Con esta medida se evita que el agasajado muestre cara de disgusto o contrariedad si el regalo no le agrada y así nosotros nos evitamos un chasco. Si finalmente se decide a abrirlo en público nos pedirá humildemente permiso.

En el instante en el que damos el regalo, le estamos "pasando el muerto" a la otra persona, pues empieza para ella la obligación del "okaeshi", esto es, agradecernos el detalle regalándonos a su vez otra cosa. Los que regalan en primera instancia deben tener en cuenta el "okaeshi", pues lo correcto es que nos correspondan con un regalo de valor similar. Se consideraría una ofensa "contrarregalar" con algo de valor notablemente inferior o superior a lo recibido. Es por esto que debemos saber muy bien a quién le estamos regalando qué, no le vayamos a poner en un brete. Tanto la entrega como la recepción de presentes se hacen con la consabida formalidad y reverencia, sosteniendo y recogiendo los objetos con las palmas de las manos hacia arriba.

Hasta aquí tan sólo la primera parte de este monográfico sobre los usos y costumbres del agasajamiento en Japón, que completaré en la siguiente entrada con una explicación acerca del último y más importante aspecto de todo este proceso: el envoltorio. En cualquier caso, no me cabe duda de que nuestro regalo será todo un éxito y provocará en nuestras cicerones niponas el mismo apasionamiento que el del ya famoso crío americano con su consola Nintendo (¿aún existe alguien que no haya visto este vídeo?):



...cuando a mí me regalaron la SNES me puse igual, la verdad sea dicha ;)

マヌエル

jueves, 7 de junio de 2007

HINOMARU Y KIMIGAYO


Parece que van a salir los Coldplay

Al hilo de la polémica suscitada estos días acerca del sentimiento nacional de nuestros deportistas y de que había que hacerle letra a nuestro himno patrio para que los futbolistas españoles puedan pasar de cuartos de final en un mundial, se me ha ocurrido ilustraros con una breve clase de Japonísmo (como diría Luis Aragonés) acerca de los símbolos patrios Japoneses y a reflexionar acerca de cómo los japoneses sí tienen letra en su himno pero, la verdad es que tampoco creo que ganen un mundial con ella.

El 9 de agosto de 1999, fue aprobada la ley sobre la bandera y el himno nacional. La ley designa al Hinomaru y el Kimigayo como la bandera e himno nacionales del Japón.

La bandera japonesa (el famoso puntazo), la cual tiene un gran circulo rojo sobre un fondo blanco, es conocida como el Hinomaru, que traducido literalmente, significa “disco solar”. La música del himno nacional, el Kimigayo, fue compuesta hace alrededor de un siglo pero la letra tiene unos mil años de antigüedad.

Kimigayo (literalmente, el Reino de Su Majestad). Es el himno oficial japonés desde 1880 en que fué reconocido por la Casa Imperial, a partir de la versión de Hiromori Hayashi músico imperial de la corte y armonizada más adelante según el modo gregoriano por Franz Eckert, un bandmaster alemán. ( 5-lineas, 31-silabas).

La letra procede de un tanka de autor desconocido, incluída en el Kokinshu, antología compilada en el siglo X por Ki no Tsurayuki, consta de 5 lineas de 31 sílabas y se ha modificado solamente el comienzo, de "Waga kimi wa" a "Kimi ga yo wa", para adaptarlo al caso.

La traducción aproximada es:

"Vuestro reinado, oh, Señor
mil generaciones, ocho mil generaciones,

hasta que las piedras se hagan rocas
y en ellas brote el musgo"


Hinomaru es la bandera japonesa y representa el círculo del sol sobre un fondo blanco. Su origen tradicional se remonta a Amaterasu Omikami, que en la mitología japonesa es la diosa del sol, Hi no Mikami, y que es además origen de la familia imperial japonesa.

El símbolo del sol se utilizó profusamente en la historia japonesa asociado, en principio, a la familia imperial. El emperador Keiko (s. I d.C) lo portaba en su barco como bandera.

Duante las Guerras Gempei (1180-1185), al final del periodo Heian, que enfrentaron a los dos grandes clanes Minamoto y Taira por el control de Japón y que dieron paso al shogunado Kamakura (1192), ambos clanes usaron el hi no maru.

Se atribuyó a Taira Kiyomori la hazaña de detener el curso del sol, con un gesto de su abanico de combate. Y que por ello las tropas Taira llevaban el emblema solar.

Durante el shogunado Tokugawa siguió usandose en buques mercantes y no fue hasta la Reforma Meiji cuando, hacia 1870 fue usada como bandera nacional.

Aunque no hay legislación específica al respecto, la costumbre ha hecho que se considere como bandera oficial del país aunque .muchos docentes mantienen su negativa a respetar estos símbolos porque consideran que se trata de un acto de sumisión al sistema imperial nipón del pasado

Nada tiene que ver la bandera del sol naciente, círculo central y rayos de sol partiendo como radios de una rueda, que ha tenido uso exclusivamente militar, en la Armada hasta la Segunda Guerra Mundial y en la actualidad en las Fuerzas de Autodefensa, aunque las películas de guerra hayan contribuído a este malentendido

ベンハミン

martes, 5 de junio de 2007

El hombre y la tierra. Fauna Japonesa I

Queridos amigosss... hoy... en nuestro programa de naturaleza favorito... comenzamos esta serie de capítulos dedicados a Japón con una especie en claro peligro de extinción... la Geisha (芸妓)

"Las geisha nacen de estos huevos kinder"

La traducción literal de la palabra da como resultado hacedor o persona de arte, es decir, artista. Lo cual nos lleva a desmentir el rumor de que no son más que unas meretrices exóticas. Y ese arte no es otro que el de entretener a sus clientes por medio del arte de la conversación, la danza, música o algo que puede parecer tan sencillo como servir el té.

Comenzaremos tratando de descubrir su distribución geográfica. Evidentemente se las puede encontrar en varias zonas del archipielago pero según últimos avistamientos las zonas con más propabilidad de encontrar una geisha son Atami en Shizuoka, el tradicional barrio de Gion en Kyoto, donde se las denomina geiko, o los barrios de Shimbashi o Asakusa en Tokyo.



Antiguamente la geisha comenzaba su entrenamiento trabajando como criada en la okiya, para después de un tiempo convertirse en maiko o aprendiz de geisha y finalmente en geisha. Hoy en día parece que la transición entre una y otra fase es más rápida.

Lo que la gente entiende como geisha, es decir, una mujer con la cara totalmente blanca y elaborada vestimenta, es en realidad una maiko, éstas aprendices son las que deben llamar la atención más por su aspecto que por sus talentos ya que aun no dominan las artes necesarias para entretener a los clientes. Las verdaderas geisha portan un maquillaje más sencillo al igual que el kimono y el obi, si bien en ocasiones especiales será necesario desplegar todo el "plumaje" para poder mostrar también el estatus de la okiya.


"Y... M... C... A..."

Hoy en día solo algunos hombres de negocio pudientes y con un gran respeto a las tradiciones son los que requieren sus servicios, normalmente en fiestas privadas donde suelen llegar a pagar entre 200 y 300 dólares por invitado. Esto a hecho descender su población y su número exacto se desconoce pero recientes estudios lo estiman unos 1.000 o 3.000 ejemplares.


"tenia que ponerla o reventaba aunque sea china"

Solo me queda hacer una reseña bibliográfica para los televidentes de este programa y recomendar la lectura de "Memorias de una Geisha" de Arthur Golden, nada de ver la película que no es ni la cuarta parte... bueno podeis ver la película pero solo por las protas que todos nos conocemos.


"Si leeis el libro podreis tener tantos orgasmos seguidos como querais"
Sanchéz Dragó, especialista japonés en sexo tántrico


Como tarea intentaremos traer un documento gráfico original del avistamiento de una geisha.

ミグル

lunes, 4 de junio de 2007

¡Como chove miudiño!

He aquí uno de los artículos de consumo que más vamos a gastar en nuestro viaje:


Cuatro de cada cinco onanistas recomiendan "Kleenex Original"

Y no, no es por lo que pensáis. Los pañuelos de papel serán los mejores aliados frente a nuestro mayor temor durante la estancia en Japón: el tsuyu. Responde por ese nombre la temporada de lluvias que de forma puntual recorre anualmente el archipiélago nipón anunciando la llegada del verano. Concretamente, entre mediados de junio y julio las precipitaciones asolan la región central de la isla de Honshu. Por supuesto, nosotros, como si fuéramos bereberes sedientos de agua, hemos programado nuestro viaje para que coincida en tiempo y espacio con el húmedo fenómeno meteorológico.

A nuestro favor tenemos varias circunstancias: 1) la pluviosidad en Japón es abundante durante todo el año y, según algunas mediciones, en el tsuyu el incremento de precipitaciones no es tan exagerado como se podía creer; 2) el cambio climático que por momentos hace parecer a Galicia una pequeña sucursal del Caribe, puede obrar milagros similares en Oriente; y 3) vamos a aprender a hacer teruterubozus.

Cualquiera que haya visto un número suficiente de horas de anime y seriales televisivos japoneses se habrá topado en algún momento con estos macrabos muñequitos que, sin embargo, constituyen una de las más célebres tradiciones de los infantes nipones. El teruterubozu (que viene a significar algo así como "que resplandezca, bonzo -monje budista-") es un muñeco hecho artesanalmente con papel o tela blanca que se cuelga en las ventanas, como si fuese la figura de un ahorcado. Este amuleto se emplea para ahuyentar las nubes e invocar el sol. Según las diferentes versiones de la tradición, hay quien sostiene que, si se logra el propósito del buen tiempo, se ha de dibujar una cara sonriente en el muñeco. Otras dicen que se ha de pintar igualmente. Incluso, si lo que se desea es que llueva, bastaría con colgar el teruterubozu patas arriba.

La superstición de los teruterubozus data del Japón medieval, del período Edo. Se inspira en una leyenda según la cual un monje budista había prometido a unos desesperados campesinos que sus rezos pararían la lluvia que arruinaba sus cosechas. Cuando la promesa del bonzo no se cumplió, los labriegos le rebanaron la cabeza. Los cuentos para niños, siempre tan cándidos...

La historia se transmitió en una nana que se canta a la vez que se cuelga el muñeco de la ventana para reforzar su efecto y que aquí transcribo con una traducción al castellano tomada de la web Japonismo:

てるてる坊主 てる坊主あした天気にしておくれ
Teruteru bōzu, teru bōzu ashita tenki ni shite okure
Teruteru bōzu, teru bōzu, haz que mañana haga bueno

いつかの夢の空のように晴れたら金の鈴あげよ
itsuka no yume no sora no yō ni haretara kin no suzu wo ageyo
Si hace un tiempo de ensueño, te regalaré un cascabel de oro

てるてる坊主 てる坊主 あした天気にしておくれ
Teruteru bōzu, teru bōzu ashita tenki ni shite okure
Teruteru bōzu, teru bōzu, haz que mañana haga bueno

私の願を聞いたなら あまいお酒をたんと飲ましょ
Watashi no negai wo kiita nara amai o-sake wo tonto nomasho
Si has escuchado mi súplica, te daré de beber sake dulce

てるてる坊主 てる坊主 あした天気にしておくれ
Teruteru bōzu, teru bōzu ashita tenki ni shite okure
Teruteru bōzu, teru bōzu, haz que mañana haga bueno

それでも曇って泣いたならそなたの首をチョンと切るぞ
Soredemo kumotte naita nara sonata no kubi wo chonto kiruzo
Si aun así sigue lloviendo, te arrancaré la cabeza.

Y, a continuación, la clase de manualidades:

Hacemos un gurruño de papel

Lo revestimos con un sudario

Le estrangulamos el gaznate con un cordel

Lo colgamos cerca de una ventana para atraer a Lorenzo

Así pues, una docena paquetes de pañuelos de papel, un carrete de hilo y un ejército muñequitos ahorcados bastarán para hacer de Japón un paraíso tropical durante nuestra estancia. ¡Todos conmigo!: "teruteru bōzu, teru bōzu ashita tenki ni shite okure...".

マヌエル

sábado, 2 de junio de 2007

Una de trenes y pases

Ya que mi apañero de viaje マヌエル se ha puesto con los ryokan me toca a mi ponerme con otro de los temas que más nos han estado matando neuronas... TRENES


"lo que nos espera..."


Pues si, queridas criaturas lectoras, un buen porcentaje de nuestra estancia en Japón la pasaremos sobre railes y es que este es el país de los trenes, a pesar de tener una de las redes ferroviarias más grandes del mundo, su Shinkansen y una población trabajadora que da la risa ver a horas puntas, su puntualidad es la envidia de todos. En el caso del Shinkasen la media es de menos de un minuto al año, y eso incluyendo el tema de los retrasos de más de una hora en caso de terremoto o tifón. Esto para alguien que, como yo, vive en uno de los paises con una de las redes ferroviarias más completas como es UK es algo increible, solo comentar que como nieve aquí la red se va al traste durante horas.

El problema es que toda esa seguridad en cuanto a trenes se paga, y mucho. Por lo que la opción estaba clara: Japan Rail Pass. La duración de este invento puede ser de 7, 14 o 21 días, durante los cuales podrás viajar a través de la red de JR sin gastar un yen de más.

Ya se ha comentado algo en este blog sobre este pase pero como nunca viene de más repasar, sus características principales son las siguientes:
  • Está pensado para los gaijin o para no residentes en Japón
  • Solo se puede comprar por adelantado y fuera de Japón
  • Debes cambiar las reservas en alguna oficina local al llegar y es cuando empieza a descontar días
  • Cubre casi todas las lineas de Japan Rail tanto en trenes como en buses y algún ferry

Ahora al tema económico...
¿Merece la pena?
La respuesta es SI, pero con una condición, tienes que tener pensado viajar bastante. En nuestro caso está más que amortizado.

Ejercicio práctico: un servidor se ha pasado una tarde haciendo planes y con la ayuda de esta web se ha currado unas tablas de trenes que, si Amaterasu lo permite, debería cumplirse.

Los resultados son los siguientes:

Narita - Kyoto = ¥15.220
Kyoto - Himeji =
¥2.210
Himeji -Kobe =
¥950
Kobe - Kyoto =
¥1.050
Kyoto - Nara =
¥690
Nara - Kyoto =
¥690
Kyoto - Meguro =
¥13.220
Meguro - Hakone =
¥3.430
Hakone - Nikko =
¥8.270
Nikko - Tokyo =
¥4.920
Meguro - Narita =
¥3.280 (este lo pagamos)
--------------------------------------------
Total
(excluyendo el último) = ¥50.650
JR Pass =
¥28.300
--------------------------------------------
Diferencia = abismal
¥22.350

Resultado: Merece la pena

Detalles para curiosos:
Km a recorrer en el tren del terror: 2015,9
Horas sobre railes: 17,02
Horas de espera entre trenes: 2,45

Y tras este tocho sobre trenes solo me queda desear que alguno se convierta en un Densha Otoko de la vida, pero más bien por el tema de pillar la moza no por lo desquiciante del personaje.


-"Tengo el culo cuadrado después de tanto tren"

-"Uyyyy si, y el hemoal no ayuda para nada"

-"Deja de tocarte"


Ja ne!

ミグル

viernes, 1 de junio de 2007

¡Hasta los "hakones"! (...del ryokan)

"¿Y qué tenéis pensado hacer en Japón?", me preguntan últimamente. Y yo les digo: "pues mira tú, cosas como ésta":

-"¿Has visto a la monita del onsen de allí? Ufff..."

-"¡Qué no me entere yo de que ese culito pelado pasa hambre! ¡Arf, arf!"

Sí, uno de nuestros propósitos es pasarnos un día a remojo. Nos iremos a Hakone, buscaremos un ryokan tradicional y allí nos quedaremos como uvas pasas, sumergidos en esos baños termales únicos llamados onsen o rotenburos, cuando están al aire libre. Habrá quien diga: "¡Pero para eso ya tenéis A Chavasqueira en Ourense!". Ummm... ¿cómo decirlo? No-es-lo-mismo.

Claro que cuando uno se mete en este tipo de faenas e intenta reservar un hospedaje rústico en el otro lado del planeta, se pregunta por qué demonios no habrá triunfado el esperanto en el mundo. Yo me pongo en el lugar de un japonés que intenta reservar una casa de labranza en O Incio y me apiado del pobre súbdito de Akihito. Pero si echa mano de internet, siempre ha de encontrar una cumplida traducción, como mínimo al inglés, que le permita agenciarse alojamiento en este confín del globo. Ojalá pudiéramos decir nosotros lo mismo de ellos.

A ver, muchachos. Incluyendo a quienes lo conocen como segunda lengua, el japonés lo hablan unos 120 millones de personas en todo el planeta. El inglés, alrededor de 515 millones. Los parlantes de español suman 425 millones y galegofalantes somos pocos (aunque muy guapos, eso sí). A la vista de estos datos: ¿por-qué-"hakones"-no-ponéis-las-webs-en-cristiano?

En fin, busca que te busca, navegando entre las procelosas aguas del kanji y sus derivados, amén de un par de webs internacionales dedicadas a la reserva de ryokanes, he entresacado una coqueta lista de establecimientos de Hakone en los que podremos vestir el kimono, probar delicias orientales y escalfarnos vivos en esos estanques para monos. Velaquí (sin ningún orden en particular, si bien los tres primeros tienen un aire agreste que mola):


















Para no hacer eterna esta entrada, diré que la mayoría de precios oscilan entre los 15.000 y los 30.000 yenes por persona y noche, incluyendo, por norma general, la cena y el desayuno (casi siempre en la propia habitación). Otro aspecto a tener en cuenta es que todos tienen onsen, pero no todos lo tienen al aire libre (y el riesgo de que te vean el mondongo es un aliciente por el que yo pago bien a gusto -hentai mode ON-). Ahora corresponde al resto de expedicionarios mirar, comparar y votar. A los visitantes, si tienen alguna experiencia o advertencia al respecto de estos locales, se les agradecería que la compartiesen ahora o que callasen para siempre. Elecciones Ryokan Hakone 2007, ganbare!!!

-"A ver, cari, que te saco la espinilla"

-"Yum, yum... Hakone mon amour"

マヌエル

jueves, 31 de mayo de 2007

OJIGI


El ojigi es el término japonés de la famosa “Inclinación” o saludo del protocolo Japonés, que es uno de los rasgos más característicos de esta cultura. Por lo visto eso de darse la mano, chocar esos cinco, abrazarse o darse un beso no se estila en el pais del sol naciente. Así que un curso inicial de protocolo no nos viene mal.

La reverencia (inclinación) que hacen para saludar, puede darnos una pista sobre la importancia de la persona saludada. Cuanto mayor es la reverencia y de mayor duración, mayor es la importancia de la persona a la que se saluda.

Según la posición que ocupa en la jerarquía con respecto a nosotros así debe ajustarse el ángulo de inclinación, la duración y la actitud.

En un ambiente informal bastaría con una inclinación de unos 15º y con personas con las cuales no tenemos mucha distancia jerárquica, equivaldría a un “hola que tal”. Si es una situación formal o es un superior, el ángulo debería llegar a los 45º, al menos en el primer encuentro, ya que en ocasiones posteriores puede reducirse un tanto. También existe una inclinación de unos 30º para decir gracias o despedirnos “Gracias por todo”.

Los hombres deben llevar las manos a sus costados, más o menos a las costuras del pantalón, juntando los talones. Las mujeres desplazan las manos hasta situarlos casi en la parte frontal de los muslos.

La inclinación siempre toma como eje de giro la cintura. El tronco y la cabeza, alineados, bajan al unísono, la espalda recta, nunca combada. La mirada se mantiene en el suelo. Mantener el contacto visual se considera una forma de desafío o insolencia, falta de humildad y descortesía (así que ojo con esto!!!).

Es de mal gusto, que cuando una persona suba la cabeza, se dé cuenta que el otro ya lo hizo, por eso a veces se observa a la gente haciendo la reverencia en varias oportunidades.

Por último comentar que la inclinación puede llegar hasta los 90º, pero por lo que se esto se reserva solo a la alta jerarquía como el emperador o un Dios o Diosa (Angelina Jolie por ejemplo).

Cuando un grupo de personas habla entre sí, es normal que se guarde una distancia prudencial, no como aquí que cualquier tipo te soba cada vez que te quiere comentar algo.

Entre otras cosas curiosas también os comento que la moral pública es muy importante, por eso a nadie se le ocurre sonarse la nariz con ruido, comer caminando en la calle, o besar a su pareja.

Pero esto son otras cosas que se pueden explicar más adelante en próximos cursos de protocolo Japonés.

ベンハミン

miércoles, 30 de mayo de 2007

"I wanna travel through time", desu ne!

Pues si chicos, viajaremos a través del tiempo... pero no como el amigo Marty McFly, el Dr Who o ,ultimamente y bien viene al caso, Nakamura-san, no, lo haremos a través de husos horarios.

Esto no parece que vaya a resultar muy dificil, se cambia la hora al reloj y fuera... PUES NO!!! tenemos un enemigo a la vista: Disritmia circadiana AKA Jet-Lag. Y será un enemigo de los que quitan el sueño, literalmente.

Para los lectores que sean asiduos viajeros no será algo desconocido pero para la mayoria de los biomanes de este blog será algo novedoso. El caso es que, como sabeis, solo disponemos de 10 días para meterle un buen meneo a las tierras niponas y eso conlleva levantarse muy tempranito (miedo le tengo al dia de la lonja) y acostarse tarde (después de perderse), debido a que tendremos que atravesar una diferencia horaria de 8 horas para mi, 7 para vosotros, nuestro cuerpo sufrirá un trastorno que según algunas fuentes consultadas puede ser mínimo para algunos o realmente brutal para otros.

Se dice que es necesario un día de aclimatación por cada huso horario atravesado así que si nos toca sufrir un bonito trastorno a lo "Lost in Translation" nos fastidiará gran parte del viaje, eso quedaría compensado si como en la pelicula nos ligamos a Scarlet pero lo veo chungo.

Como combatirlo... facil, durmiendo. Bueno, no tan facil, la cuestión es engañar al cuerpo antes de realizar el viaje para que el shock no sea tan grave, asi que todos los días a partir de YA! deberíamos dormir una media horita antes y despertarnos otro tanto antes. Algo dificil para mi ya que trabajo en el mundo de la noche (no, no haciendo esto), pero confío en que eso sea una ventaja en lugar de un incoveniente.

Otro consejo es beber mucha agua antes, durante y despues del viaje, el organismo pierde liquidos facilmente tras este transtorno asi que nada de ponerse morados en el avión, zumitos y a dormir (se aconseja dormir en el avión si es posible, aunque es otro punto que veo difícil sin cumplir el 2º consejo).


"Igualico, igualico, ya vereis, palabrita del niño Jesús..."

Por último recomiendan ponerse al sol al llegar al destino pero eso no será problema ya que nos toca patear de lo lindo.

En resumidas cuentas, algo imprevisible nos espera en Japón y se aceptan apuestas para descubrir a quién le dura más tiempo el jet-lag.

ミグル

"Boom Nihon", el cassette de los éxitos

(De verdad que a veces me siento como el médico con el desfibrilador, recuperando a la fuerza las constantes vitales de este paciente-blog. Menos mal que アルマンド・サン echa una mano. Umm, creo que va a haber cónclave Bioman y algunos se van a quedar sin subir en el Mega-Roboto si no colaboran).


En fin, mientras se prepara algún que otro artículo de provecho, yo sigo con lo mío: coros y danzas. He pensado en compartir aquí el material del disco de inmersión japonófila que confeccioné hace un tiempo para los compañeros de aventura con el propósito de irnos metiendo en harina. No se trata de una recopilación de J-Pop, sino de canciones inspiradas o relacionadas con Japón, amén de alguna que otra sintonía procedente de nuestras series o películas predilectas. Sirva también como homenaje a aquellas grabaciones de cassette de cuando éramos pequeños y como una salva por la memoria del "Boom", el "Max Mix", el "Bolero Mix" y sus decenas de encarnaciones e hijos bastardos.


Aquí las carátulas (¿podrían ser más tópicas?: imposible ;P ):




Creo que el "tracklist" se lee bien en la contraportada. Para haceros con los temas y crear vuestra propia versión del disco, sólo tenéis que saber buscarle las cosquillas a Teddy Bautista. No digo más. A modo de aperitivo, os dejo con la preciosa (y espero que no premonitoria) "Tokio ya no nos quiere", de los nuevos ye-yés Lori Meyers:



"Túuuu, que duermes a mi lado, por el puto jet-lag...."


マヌエル

martes, 29 de mayo de 2007

COSTE DE UN VIAJE A JAPON

Después de que マヌエル-さん nos deleitase con ese articulo de la cotización del Yen, vamos a resumir un poco los costes básicos de un viaje a Japón.

Está claro que esto puede variar mucho, entre la cotización del Yen y lo que se encuentre de alojamiento, pero yo voy a hablar de lo que nosotros hemos encontrado.

Primero y antes de nada, el vuelo, Ida y vuelta con AirFrance, escala en Paris, 830€, todo incluido, más 30€ de seguro que cubre todo, muy recomendable, cubre gran cantidad de cosas, entre ellas la devolución del importe del billete en ciertos casos.

Alojamiento:

En Kyoto, Tour Club, reservamos una doble occidental y una triple oriental para 4 noches, como se ve en la página Web el precio viene en yenes, con lo cual dependerá del precio del yen en ese momento, pongamos que ahora mismo el cambio es 163 yenes por euro, en este caso saldría:

Doble occidental por noche 6.982 yenes = 42,83 € entre dos = 21,41 € por persona
Triple japonesa por noche 9.345 yenes = 57,33 € entre tres = 19,11 € por persona

En Tokio, Princess Garden Meguro

Hab. doble 6 noches 402 € = 67 € entre dos = 33,5 € por persona
Hab. triple 6 noches 582 € = 97 € entre tres = 32,3 € por persona

Sin desayuno

Otro gasto imprescindible es el JRP, aquí también dependerá de la cotización ya que se compra en yenes, el precio para 7 días es 28.300 yenes y a nosotros nos salio en 174 € cuando lo compramos.

Resumiendo:

Vuelo: 860 €
Alojamiento: 286,64 €
JRP: 174 €

Total: 1320,64 €


Creemos que no es un mal precio para ir empezando, ahora la duda es…..¿cuanto llevamos en metálico?.

アルマンド

lunes, 28 de mayo de 2007

¡Ay, payo, préstame cinco yenes!

El euro comparte las cualidades de la aspirina efervescente: a la que te das la vuelta, se ha evaporado. O yo tengo más vicio del que tenía antes, o resulta que el cambio de moneda fue el engañabobos del siglo. "Semos uropeos" a costa de que se nos encarezca la vida con descaro. En contadas ocasiones se alegra uno de haber sustituído los duros por los céntimos. Y, mira tú por dónde, que ésta es una de esas ocasiones. Si de algo vale tolerar los sablazos cotidianos es para que, cuando sales a ver mundo, las cosas ya no te parezcan tan caras. Por arte de birlibirloque, resulta que el otrora prohibitivo Japón ya no nos amedentra. Esto es así gracias a que el cambio del euro contra el yen se ha equiparado al de la peseta. Es más, como si hubiésemos planificado el viaje cual broker prevaricador, resulta que nos encontramos en el momento de mayor pujanza de nuestra moneda contra la de ellos. Como muestra, un gráfico de ésos que quedan tan molones (aunque uno no sepa interpretarlos):



Máximo histórico desu ne! (que no baje, que no baje, que no baje...)


A la vista de esa línea que asciende como el perfil del Monte Fuji constatamos con facilidad la fuerza del euro frente a la moneda nipona en el mercado de divisas. En este momento, por cada euro nos darían 164 yenes... en un mundo ideal, claro está.

Parece ser que no todo resulta tan fácil. Las equivalencias entre divisas no se trasladan tal cual a la hora de comprar moneda. Es más, existen sutiles diferencias entre el concepto divisa y el concepto moneda, que mi ignorancia en materia económica me impide desentrañar con claridad, pero sobre las que los curiosos podrán indagar acudiendo a los correspondientes enlaces. En última instancia, todo se reduce a una simple evidencia: los bancos no son oenegés. En el proceso de compra de moneda, las entidades bancarias suelen cobrar algún tipo de comisión (a nosotros corresponde consultar con nuestros usureros de confianza si esto es así, y en caso de haberla, a qué porcentaje corresponde), amén de alguna que otra tasa que acabará por menguar nuestra propuesta ideal de cambio. Para saber más sobre la cuestión, es de interés una discusión al respecto en el foro de Portal Japón y el subsiguiente artículo del blog japonófilo This is a pen. Asimismo, podemos conocer la evolución histórica de la cotización del yen frente al euro y el cambio del día en webs como La Bolsa y calcular cuánto nos van a sisar en la oficina bancaria con un conversor como éste que permite aplicar tasas típicas en este tipo de transacciones de compra-venta de dinero.

Ejercicio práctico: he calculado que me podría interesar cambiar 600 euros para el viaje (seguramente sean más, porque una vez allí siempre hay artículos de primera necesidad que comprar). Así pues, el cambio de 600 euros a yenes según la cotización del 25/05/07 (aproximadamente 164 yenes por euro), aplicada una tasa típica por dinero en efectivo de +4%, se resuelve con el siguiente resultado: Usted vende 600 Euro y recibe 94'264.531 Yen japonés (nótese que sin aplicar ese porcentaje que nos ventilaría el banco el cambio sería tal que así: 600 Euro = 102'182.309 Yen japonés).



-Oye, ¿tú te has enterado de algo?

-Ni de la primera palabra... ¿Y éste del medio de qué coño se ríe?

-Umm... creo es que es banquero


Pero todo este rollo macabeo no debe enmascarar algo bien simple: nunca se han dado tantos yenes por euro como ahora. De modo que estamos en un momento óptimo para comprar estampitas de Akihito. A la vista de esta situación, tenemos dos salidas. O adquirir el dinero a la voz de ¡ya!, o aguantarnos unos días rezándole a Amaterasu para que la cotización no fluctúe demasiado y se mantenga en estos niveles durante el mes entrante. Como señalé anteriormente, no está de más atosigar a los empleados del banco para que nos certifiquen el cambio exacto, las comisiones a cobrar y el resultado final de nuestra compra de moneda, a fin de no llamarnos a engaño. Aunque, todo sea dicho, antes de proceder al tercer grado con los curritos de la ventanilla antibalas, no estaría de más saber cuánto dinero nos vamos a llevar al viaje. Y ése, ése es un cálculo mucho más complejo que será menester analizar en otra entrada de este nuestro, vuestro (¿realmente lo lee alguien? ;P ) blog. Ja ne!


マヌエル


sábado, 26 de mayo de 2007

UN POCO DE MITOLOGÍA NIHONJIN


Como Biomán rojo ha llegado el momento de rendirle tributo a este blog que debe ser fiel reflejo del camino que ya hemos comenzado hace más de tres meses.

Desde luego nunca once días han dado tanto de sí pues llevamos ya recorridos muchos kilómetros, muchas ciudades, muchas rutas, templos, paisajes, islas y riokanes haciendo el viaje cada vez más rico.

Como primer post me apetece dejar un breve relato de mitología japonesa que cuenta cómo se creó ese extraño lugar que nos hemos empeñado en visistar.

“La leyenda dice que Japón nació de los amores entre dos divinidades: Izanagi e Izanami. Estas dos criaturas fueron creadas por los primeros dioses, Izanagi era el macho e izanami la hembra. Esos dioses les encargaron la creación de la primera tierra y para ayudarles a realizar esto, se les dio a Izanagi y Izanami una lanza decorada con joyas, llamada Amenonuhoko (lanza de los cielos). Entonces, las dos deidades fueron al puente entre el Cielo y la Tierra, Amenoukihashi (puente flotante de los cielos) y batieron el océano con la lanza. Cuando las gotas de agua salada cayeron de la punta de la lanza, formaron la isla Onogoro (auto-formada). Así, ellos descendieron del puente de los cielos e hicieron su hogar en la isla. Eventualmente ellos desearon unirse como compañeros, así que construyeron un pilar llamado Amenomihashira y alrededor de él levantaron un palacio llamado Yahirodono (la habitación cuya área es de 8 brazos). Izanagi e Izanami circundaron el pilar en direcciones opuestas, y cuando se encontraron en el otro lado, Izanami, la deidad femenina, habló primero con un saludo. Izanagi pensó que esta no era la manera apropiada, sin embargo se unieron de todos modos.

Tuvieron dos hijos: Hiruko (infante del agua) y Awashima (isla de Burbuja) pero fueron mal hechos y no se les consideró deidades.

Pusieron a los niños en un bote y los embarcaron al mar, entonces les pidieron a los otros dioses una respuesta sobre lo que hicieron mal. Ellos respondieron que la deidad masculina debió haber iniciado la conversación durante la ceremonia de unión.

Así que Izanagi e Izanami se dirigieron alrededor del pilar una vez más, y esta vez, cuando se encontraron, Izanagi habló primero y su matrimonio fue entonces exitoso.

De esta unión nacieron el ohoyashima, o las ocho grandes islas de la cadena japonesa:

Awazi, Iyo (posteriormente Shikoku), Ogi, Tsukusi (posteriormente Kyushu), Iki, Tsusima, Sado, Yamato (posteriormente Honshu.

Hokkaido, Chishima, y Okinawa no fueron parte de Japón en los tiempos antiguos.

Crearon seis islas más y muchas más deidades, entre otras, estas dos divinidades tuvieron una hija llamada Amaterasu de la cual desciende toda la larga dinastía de emperadores japoneses hasta la actualidad. Esta es una de las razones por las que incluso hoy en día una gran parte de la población japonesa considera que su emperador es como un Dios viviente.

Sin embargo, Izanami murió al dar a luz al infante Kagututi (encarnación del fuego) o Ho-Masubi (causante del fuego). Ella fue enterrada en el “Monte Hiba”, en la frontera de las viejas provincias de Izumo y Hoki, cerca de Yasugi en la Prefectura de Shimane.

Sumido en cólera, Izanagi mató a Kagututi cuya muerte también creó docenas de deidades”

ベンハミン