sábado, 30 de junio de 2007

"He tenido un sueño..."

Hace un rato he devuelto al reloj de mi muñeca, que orgulloso mostraba siete horas de adelanto, la misma hora que tienen el resto de relojes. Poco después he freído un huevo encapotado, mi plato favorio de siempre, para comer. Se me ha escapado un suspiro y he certificado el retorno a la realidad.

¡Ya estamos de vuelta! Hemos viajado a Japón y hemos regresado para contarlo. El agotamiento de estos diez últimos días de frenesí y la neblina mental que produce el jet lag todavía impiden poner orden a la miríada de momentos que desde ahora atesoraremos como privilegiados que hemos sido. No pudimos hacer todo cuanto planeamos, pero como por arte de birlibirloque también vivimos instantes que no podríamos haber concebido jamás en nuestros ilusionados planes nipones.

El bienintencionado "más noticias en unas horas" del único post escrito por ミグル-san desde el archipiélago no tuvo continuidad porque la vorágine turística nos consumió y nos mantuvo alejados del híperespacio de fibra óptica. A partir de este momento, rescatados de aquellos días de exotismo y extrañeza, sí podremos comenzar el relato pormenorizado de los hechos y atentados acaecidos y perpetrados a la luz y a la sombra del sol y el chubasco naciente.

Así que será preferible dejar algo claro desde el principio. Japón no es como lo había imaginado: ES MEJOR (y nosotros estuvimos allí).

"¡¡¡Sois nuestro blog favorito y sois kawaiiiii!!!"

Desu ne! ha vuelto con hechos y palabras, con pruebas documentales y batallitas magnificadas, con risas y lágrimas, con estómagos de acero y esfínteres desinfectados, con mojaduras y pieles quemadas, con rezos a Buda y karaoke y, desde ya mismo, con un poco de nostalgia. Es por eso que viviremos el viaje una segunda vez con quienes tengan el interés y la paciencia de leernos.

Ja ne!

マヌエル

miércoles, 20 de junio de 2007

The pleasure of flight

Estamos en Japon!
Sin maletas... bueno, no todos, algunos perdimos el enlace en Paris nos cagamos en todos los gabachos del aeropuerto para conseguir entrar en un vuelo una hora mas tarde y llegamos con maleta. Pero el resto de la expedicion, la parte espanish, ha conseguido un patrocinio de Air France para ir de compras por Kyoto hasta que les devuelvan las maletas... dicen estar en camino (JAJAJA).

Asi que como os podeis imaginar el primer dia ha estado lleno de sobresaltos. El caso es que al final nos hemos encontrado todos en Narita que era lo importante, el resumen del dia seria algo como...

Una vez reunidos lo primero que me sueltan es... "ya hemos probado el retrete del senhor Spock y mooola". Tras lo cual tocaron los tramites importantes, cambiar el JRPass, facil, llegar a la oficina soltar cuatro cosilla en ingles y pase y billetes a Kyoto listos, lo segundo, alquilar un movil, facil, justo enfrente de la oficina del JR hay una oficina de alquiler de tlfns que por unos cuantos yen al dia te dan acceso al mundo de las comunicaciones.

El siguiente paso... viajes en tren, alucinante, igualito que en la patria madre, llegan a la hora en punto y van como balas, pero el shock es al cambiar en la estacion de Tokyo, calor, humedad y calor, asi se podria resumir el tiempo por aqui, no estamos acostumbrados a estos calores y sudamos como puercos, algo que viene de perlas al no tener equipaje ni ropa para cambiarse.

Llegada a Kyoto... mas calor. Pero toca comer y vaya comida, por unos 1400 yen nos ponemos como los padres de Chihiro y nos trasladamos al hotel (mas datos y fotos en proximos articulos) y nos damos una ducha que pediamos como agua de mayo.

A pesar de estar derrengados toca pasear que es bueno, dicen, para el jet-lag. Asi que visita al centro comercial de Kyoto donde nos llevamos buenas impresiones del mundo nippon, chicas con andares raros, pintas, conbinis, centros comerciales caros, pachinkos y templos, todo en uno.

Bueno, ahora mis compis de viaje me arrean para que me largue del PC, y es que nos vamos a Himeji y a Kobe.

Mas noticias en unas horas.

Ja ne!

ミグル

domingo, 17 de junio de 2007

Misión Posible: Japón

¿Estamos todos? ¿Sí? ¿Listos y preparados? ¿De verdad? Pues allá vamos.



-"¡En formación, ar!" - "Desu ne, señor, sou desu ne!"

Plan de ataque

18 – salimos de Vigo y de Londres; reunión en París
19 – llegamos a Japón; dormimos en Kyoto
20 – visitamos Himeji y Kobe; noche en Kyoto
21 – visitamos Nara; noche en Kyoto
22 – Kyoto
23 – viajamos a Tokio, donde dormimos
24 – visitamos Hakone y dormimos en el ryokan allí
25 – viajamos de Hakone a Nikko y volvemos a dormir a Tokio
26 – Tokio
27 – Tokio
28 – Tokio
29 – salimos de Japón y regresamos a Londres y Vigo (rápida huída a Coruña)



Objetivos

templos, jardines, naturaleza, chicas japonesas, frikear, Akiba, escalfarse, megalópolis, gatobús, ternera, Nintendo, ramen, más chicas japonesas, karaoke, sake, Fuji, cosplay, samurais, trenes, despertar así...


De modo que, tras muchos años de ilusión, mañana estaremos volando hacia Tokio. Nos despedimos aquí hasta dentro de doce días, pues dudamos de que el frenesí turístico nos permita actualizar convenientemente el blog. A estas horas, ya sólo puedo pensar en lo que nos diría Humphrey si nos despidiese en el aeropuerto:


"Si no subís a ese avión a Tokio, os arrepentiréis, tal vez no hoy ni mañana,

pero lo haréis tarde o temprano y será para siempre"

Palabra de Bogart. Amén.

Ja ne!!!

マヌエル

jueves, 14 de junio de 2007

Itadakimasu!!

A tan solo dos días y unas pocas horas para que de comienzo nuestra aventura japonesa, no quería tomar rumbo sin antes dejar mi huella en este blog, ya que soy el único power que no lo había hecho todavía.

Ha sido una ardua tarea, pero al final conseguí sacar un poco de tiempo y buscar un poco más de información sobre el país del humor amarillo.

Ya se ha hablado de muchas cosas en este blog… de cómo organizar el viaje, de cómo comportarse, de la moneda, de mitología, hasta de cómo evitar la lluvia, pero.. y que hay de la comida? lo que nos sustentará después de esas largas caminatas por los bosques de bambú de Kyoto, o de todo un día de compras por el barrio de Ginza :p? Algunos pensaran - a comer arroz y pescado crudo! Pues no, no solo de eso vive el japonés, aquí os dejo una muestra de ello…

Primero los alimentos se clasifican por el método de coción:
Los preparados a la parrilla (yakimono), los hervidos (nimono), los elaborados al vapor (mushimono), los hechos en hornillos sobre la mesa (nabemono), los rebozados en pasta y fritos (agemono) y los crudos (sashimi), más el arroz.

La combinación de los colores, los sabores, los modos de cocinar y los elementos, son importantes. Se utilizan 5 colores( verde, amarillo, rojo, blanco y negro), 5 sabores (dulce, salado, agrio, ácido y picante), 5 artes (crudo, cocido, al vapor, a la parrilla y frito) y 5 elementos (fuego, tierra, madera, metal y agua).


Estos son solo algunos de los platos y variedades que hay:

Tempura: Gambas y vegetales fritos en un rebozado especial

Ramen: Básicamente son fideos hervidos en agua, servidos en un plato de sopa, para ser después cubiertos con alguna variedad de carne

Takoyaki: un ravioli esférico básicamente compuesto de pulpo y rebozado

Tamagoyaki: lo más parecido a una nuestra tortilla

Okonomiyaki: pasteles rebozados fritos en sartén con diversas coberturas de sabores

Donburi: Un plato de arroz al vapor servido en cuenco con diferentes ingredientes

Y quién diría que en Japon es donde se come la mejor carne de vacuno!!

Es la de buey de kobe, la más cara del mundo. Para alcanzar este grado de calidad máximo se frotan los bueyes de kobe con alcohol (ginebra japonesa) diariamente, con lo que la grasa se mezcla entre los músculos perfectamente, reciben todas las atenciones de las que sería objeto un niño enfermo. Además, los animales beben cerveza durante todo el año anterior a su matanza y cada día tambien, reciben un masaje que ayuda a relajar el tono muscular. Por cierto creo que no tendremos el placer de catarla ya que el precio del kilo es de 200 a 300 €.


Eso si que es vida y no lo de la ternera gallega, jeje
Y si no dispones de mucho tiempo siempre puedes amañar comiendo bento...

Los “obento” son una especie de fiambreras con comida para una persona. Se pueden encontrar en tiendas 24h "conbini", en supermercados, e incluso hay tiendas que solo venden este tipo de comida. La gran mayoría de japoneses comen bento.
En cuanto a los precios, los hay desde 400 yenes hasta 1000 yenes.

Este es solo para ir abriendo boca, a la vuelta os contaré más...



エヂタ

miércoles, 13 de junio de 2007

¿Me lo pone para regalo? (y 2)

Prefiero que lo explique Roland Barthes:

"Geométrico, rigurosamente dibujado y a pesar de ello siempre firmado en cualquier parte por un pliegue o un nudo asimétricos, el juego con el cartón, la madera, el papel y las cintas, debido al esmero, la técnica misma de su confección, ha dejado de ser el accesorio pasajero del objeto transportado y él mismo se convierte en objeto; el envoltorio, en sí, se consagra como algo precioso, aunque gratuito; el paquete es un pensamiento; así, en una revista vagamente pornográfica, la imagen de un joven japonés desnudo, atado con cordeles como un salchichón: la intención sádica (más ostentosa que cumplida) se absorbe ingenuamente -o irónicamente- por la práctica, no de una pasividad, sino de un arte extremo: el del paquete, la cuerda.

"Santa, o me envuelves los regalos con esmero japo,

o ya estás subiendo de vuelta por la chimenea"

Sin embargo, por su misma perfección, este envoltorio, a menudo repetido (nunca se acaba de deshacer el paquete), retrasa el descubrimiento del objeto que encierra -y que suele ser insignificante, pues es precisamente una especialidad del paquete japonés la desproporción entre la futilidad de la cosa y el lujo del envoltorio: un pastelillo, un poco de pasta azucarada de alubias, un "recuerdo" vulgar (como sabe producirlos, desgraciadamente, el Japón) son embalados con la misma suntuosidad que una joya. Diríase, en suma, que el objeto del regalo es la caja y no lo que ella contiene".

Olvidemos pues esos papeles de estampados chillones, sujetos con celofán y rematados con pegatinas doradas con dos leyendas invariables: "Felicidades" y "Espero que te guste". Si queremos quedar bien, podremos incluso regalar una caja con un ladrillo siempre que dicho ladrillo esté empaquetado con esmero y delicadeza. Allí las apariencias no engañan, sino que lo son todo.

Al fin y al cabo, Japón es el país del envoltorio: se enredan las muchachas en vueltas y más vueltas de kimono; se enrolla el arroz en canutos de algas; a su vez, esa comida empaquetada en el obento se transporta en un furoshiki (que ahora pasa por ser un complemento cool de moda allende el archipiélago); y se atan, como refiere Barthes, las mozas y mozos para las sesiones "bondage" que asociamos directamente al gusto pornográfico nipón.

Imagínense ahora esas colas infernales de los días de Navidad en un imaginario El Corte Inglés transplantado a Tokio. Piensen si en lugar de despacharnos con esos horrendos envoltorios de triángulos negros, blancos y verdes producidos en serie, tratasen cada paquete ("¿Me lo pone para regalo?") con el exasperante detallismo nipón. Piensen, piensen y tendrán una intuición de lo que es la eternidad...


マヌエル

¡¡¡Habemus Ryokan!!!

¡Si señores, tenemos ryokan!

"Oeee Oeee Oeeee Oeeeeee"

Como ya habíamos comentado en este blog, estábamos en búsqueda de un ryokan donde pasar una noche a ser posible en Hakone. En un principio dependía de nuestra intuición y la capacidad de imaginar que diablos pone en esas preciosas páginas web llenas de kanjis de la mayoría de esas casas rurales japonesas, pero he ahí que cuando más apretados nos veíamos, se nos apareció la virgen. Gracias a uno de nuestros contactos en tierras niponas la posibilidad de elegir y reservar una habitación se hacía tarea sencilla... o eso pensábamos.

Nuestro incauto contacto se ofreció amablemente a ponerse en contacto con algunos de los ryokanes de la lista e incluso recomendar alguno más... incauta... no sabía donde se metía, el caso es que raudos y veloces nos agarramos a ese ofrecimiento como un panda a una rama de bambú, y es ahí donde comenzó el viejo deporte nacional del toreo, "nos interesan este, este, este y este...", fácil, "pero que sean rústicos, tengan onsen, sirvan comida en la habitación y sean baratos" vamos, el chollo del siglo.

En fin que tras unos cuantos días con ella llamando a los establecimientos, nosotros discutiendo que si este o aquel, ella otra vez intentando explicar el uso de los baños y lo bonito de las hydrangeas en temporada, y por último seleccionando el que mejor pinta tenía desde un principio... Llegó el correo esperado, "tenemos reserva en Taiseikan (en inglés)".

Ahora los datos interesantes:

Precio:
¥31.651 por cabeza impuesto incluido

Incluye:
Cena y desayuno tradicional japonés en la habitación.
Baños comunes (no mixtos) de aguas termales en el exterior.
Habitación tradicional con sus yukata.

Sabemos que es caro, mucho, pero con el dinero que nos hemos ahorrado en el alojamiento en Kyoto y Tokyo no nos ha dolido tanto. Las críticas lo ponen de muy bien para arriba, con una comida excelente, y además no sé a los demás pero a mí me tiene un aire a la casa de baños de Yubaba que ya de por sí tiene mil puntos más.

"como dos gotas de agua, ¿a que si?"

Ahora solo nos queda estar eternamente agradecidos a Hiroko por toda su ayuda y paciencia con estos galiciaijines y esperar que le guste el regalo... dejo el tema del envoltorio a mis compañeros que para eso son los que tienen más tiempo de espera en el aeropuerto, je je je.

ミグル

sábado, 9 de junio de 2007

¡Qué detallista me eres! (Regalos, 1ª parte)

Certificando la proverbial amabilidad japonesa, resulta que, sin ni siquiera haberlo pretendido, en nuestra estancia por la tierra de Godzilla vamos a contar con anfitriones. Dos son las incautas que han accedido a tutelar a estos gaijines: la una, durante las peripecias turísticas diurnas por Tokio; la otra, como guía de las noches de neón, sake y karaoke. Para demostrarles que nosotros no somos menos amables y que nuestras mamás nos han enseñado a ser bien educados, corresponderemos a sus atenciones con un regalo con denominación de origen gallega. Pero es en este punto, cuando de regalar se trata, que nuestras buenas intenciones se estrellan de bruces contra el inevitable y agotador protocolo japonés. ¿Es posible en alguna parte del mundo que un regalo pueda ofender en lugar de agradar? En cierto archipiélago asiático, sí.

La acción de regalar se denomina "zōtō" en idioma japonés. Visto, lo visto, su traducción más fidedigna al castellano sería: "meterse en un embolado del quince". Vamos a obviar aquí las infinitas normas de cortesía específicas que los japoneses siguen cuando regalan, en función de la ocasión y las circunstancias, y citaremos tan sólo unas cuantas generalidades.

Hay ciertos presentes que es mejor evitar. Así, regalar un peine te convertirá en la persona más impertinente de todo el país. El peine o "kushi" se pronuncia igual que "ku" (sufrimiento) y "shi" (muerte). Del mismo modo, "shi" también es una de las pronunciaciones del número cuatro, así que se desaconseja regalar algo que consista en cuatro artículos. Siguiendo con los motivos funestos, conviene saber que el regalo de té verde se hace habitualmente en los funerales, por lo que queda descartado en otra ocasión. También los crisantemos se relacionan con los oficios fúnebres. Si ofreces un cuchillo o una navaja albaceteña se considerará que estás intentando cercenar la amistad. No está de más señalar que el color blanco es el color del duelo y que el rojo se reserva para ocasiones festivas.


"¿Cómo que un peine? ¿Un peine? %&"·$$"·!""·$%!"


Decidir el objeto en cuestión es solo el primero de los quebraderos de cabeza. Entregarlo también es desquiciante. Lo habitual es que el receptor rechace la ofrenda en varias ocasiones y se haga de rogar. Tantas veces como lo rechace, otras tantas habremos de insistir. Diréis: "¡Pesados, si se pirran por saber qué es!". Pues no. La norma es que los regalos no sean abiertos en nuestra presencia. Con esta medida se evita que el agasajado muestre cara de disgusto o contrariedad si el regalo no le agrada y así nosotros nos evitamos un chasco. Si finalmente se decide a abrirlo en público nos pedirá humildemente permiso.

En el instante en el que damos el regalo, le estamos "pasando el muerto" a la otra persona, pues empieza para ella la obligación del "okaeshi", esto es, agradecernos el detalle regalándonos a su vez otra cosa. Los que regalan en primera instancia deben tener en cuenta el "okaeshi", pues lo correcto es que nos correspondan con un regalo de valor similar. Se consideraría una ofensa "contrarregalar" con algo de valor notablemente inferior o superior a lo recibido. Es por esto que debemos saber muy bien a quién le estamos regalando qué, no le vayamos a poner en un brete. Tanto la entrega como la recepción de presentes se hacen con la consabida formalidad y reverencia, sosteniendo y recogiendo los objetos con las palmas de las manos hacia arriba.

Hasta aquí tan sólo la primera parte de este monográfico sobre los usos y costumbres del agasajamiento en Japón, que completaré en la siguiente entrada con una explicación acerca del último y más importante aspecto de todo este proceso: el envoltorio. En cualquier caso, no me cabe duda de que nuestro regalo será todo un éxito y provocará en nuestras cicerones niponas el mismo apasionamiento que el del ya famoso crío americano con su consola Nintendo (¿aún existe alguien que no haya visto este vídeo?):



...cuando a mí me regalaron la SNES me puse igual, la verdad sea dicha ;)

マヌエル

jueves, 7 de junio de 2007

HINOMARU Y KIMIGAYO


Parece que van a salir los Coldplay

Al hilo de la polémica suscitada estos días acerca del sentimiento nacional de nuestros deportistas y de que había que hacerle letra a nuestro himno patrio para que los futbolistas españoles puedan pasar de cuartos de final en un mundial, se me ha ocurrido ilustraros con una breve clase de Japonísmo (como diría Luis Aragonés) acerca de los símbolos patrios Japoneses y a reflexionar acerca de cómo los japoneses sí tienen letra en su himno pero, la verdad es que tampoco creo que ganen un mundial con ella.

El 9 de agosto de 1999, fue aprobada la ley sobre la bandera y el himno nacional. La ley designa al Hinomaru y el Kimigayo como la bandera e himno nacionales del Japón.

La bandera japonesa (el famoso puntazo), la cual tiene un gran circulo rojo sobre un fondo blanco, es conocida como el Hinomaru, que traducido literalmente, significa “disco solar”. La música del himno nacional, el Kimigayo, fue compuesta hace alrededor de un siglo pero la letra tiene unos mil años de antigüedad.

Kimigayo (literalmente, el Reino de Su Majestad). Es el himno oficial japonés desde 1880 en que fué reconocido por la Casa Imperial, a partir de la versión de Hiromori Hayashi músico imperial de la corte y armonizada más adelante según el modo gregoriano por Franz Eckert, un bandmaster alemán. ( 5-lineas, 31-silabas).

La letra procede de un tanka de autor desconocido, incluída en el Kokinshu, antología compilada en el siglo X por Ki no Tsurayuki, consta de 5 lineas de 31 sílabas y se ha modificado solamente el comienzo, de "Waga kimi wa" a "Kimi ga yo wa", para adaptarlo al caso.

La traducción aproximada es:

"Vuestro reinado, oh, Señor
mil generaciones, ocho mil generaciones,

hasta que las piedras se hagan rocas
y en ellas brote el musgo"


Hinomaru es la bandera japonesa y representa el círculo del sol sobre un fondo blanco. Su origen tradicional se remonta a Amaterasu Omikami, que en la mitología japonesa es la diosa del sol, Hi no Mikami, y que es además origen de la familia imperial japonesa.

El símbolo del sol se utilizó profusamente en la historia japonesa asociado, en principio, a la familia imperial. El emperador Keiko (s. I d.C) lo portaba en su barco como bandera.

Duante las Guerras Gempei (1180-1185), al final del periodo Heian, que enfrentaron a los dos grandes clanes Minamoto y Taira por el control de Japón y que dieron paso al shogunado Kamakura (1192), ambos clanes usaron el hi no maru.

Se atribuyó a Taira Kiyomori la hazaña de detener el curso del sol, con un gesto de su abanico de combate. Y que por ello las tropas Taira llevaban el emblema solar.

Durante el shogunado Tokugawa siguió usandose en buques mercantes y no fue hasta la Reforma Meiji cuando, hacia 1870 fue usada como bandera nacional.

Aunque no hay legislación específica al respecto, la costumbre ha hecho que se considere como bandera oficial del país aunque .muchos docentes mantienen su negativa a respetar estos símbolos porque consideran que se trata de un acto de sumisión al sistema imperial nipón del pasado

Nada tiene que ver la bandera del sol naciente, círculo central y rayos de sol partiendo como radios de una rueda, que ha tenido uso exclusivamente militar, en la Armada hasta la Segunda Guerra Mundial y en la actualidad en las Fuerzas de Autodefensa, aunque las películas de guerra hayan contribuído a este malentendido

ベンハミン

martes, 5 de junio de 2007

El hombre y la tierra. Fauna Japonesa I

Queridos amigosss... hoy... en nuestro programa de naturaleza favorito... comenzamos esta serie de capítulos dedicados a Japón con una especie en claro peligro de extinción... la Geisha (芸妓)

"Las geisha nacen de estos huevos kinder"

La traducción literal de la palabra da como resultado hacedor o persona de arte, es decir, artista. Lo cual nos lleva a desmentir el rumor de que no son más que unas meretrices exóticas. Y ese arte no es otro que el de entretener a sus clientes por medio del arte de la conversación, la danza, música o algo que puede parecer tan sencillo como servir el té.

Comenzaremos tratando de descubrir su distribución geográfica. Evidentemente se las puede encontrar en varias zonas del archipielago pero según últimos avistamientos las zonas con más propabilidad de encontrar una geisha son Atami en Shizuoka, el tradicional barrio de Gion en Kyoto, donde se las denomina geiko, o los barrios de Shimbashi o Asakusa en Tokyo.



Antiguamente la geisha comenzaba su entrenamiento trabajando como criada en la okiya, para después de un tiempo convertirse en maiko o aprendiz de geisha y finalmente en geisha. Hoy en día parece que la transición entre una y otra fase es más rápida.

Lo que la gente entiende como geisha, es decir, una mujer con la cara totalmente blanca y elaborada vestimenta, es en realidad una maiko, éstas aprendices son las que deben llamar la atención más por su aspecto que por sus talentos ya que aun no dominan las artes necesarias para entretener a los clientes. Las verdaderas geisha portan un maquillaje más sencillo al igual que el kimono y el obi, si bien en ocasiones especiales será necesario desplegar todo el "plumaje" para poder mostrar también el estatus de la okiya.


"Y... M... C... A..."

Hoy en día solo algunos hombres de negocio pudientes y con un gran respeto a las tradiciones son los que requieren sus servicios, normalmente en fiestas privadas donde suelen llegar a pagar entre 200 y 300 dólares por invitado. Esto a hecho descender su población y su número exacto se desconoce pero recientes estudios lo estiman unos 1.000 o 3.000 ejemplares.


"tenia que ponerla o reventaba aunque sea china"

Solo me queda hacer una reseña bibliográfica para los televidentes de este programa y recomendar la lectura de "Memorias de una Geisha" de Arthur Golden, nada de ver la película que no es ni la cuarta parte... bueno podeis ver la película pero solo por las protas que todos nos conocemos.


"Si leeis el libro podreis tener tantos orgasmos seguidos como querais"
Sanchéz Dragó, especialista japonés en sexo tántrico


Como tarea intentaremos traer un documento gráfico original del avistamiento de una geisha.

ミグル

lunes, 4 de junio de 2007

¡Como chove miudiño!

He aquí uno de los artículos de consumo que más vamos a gastar en nuestro viaje:


Cuatro de cada cinco onanistas recomiendan "Kleenex Original"

Y no, no es por lo que pensáis. Los pañuelos de papel serán los mejores aliados frente a nuestro mayor temor durante la estancia en Japón: el tsuyu. Responde por ese nombre la temporada de lluvias que de forma puntual recorre anualmente el archipiélago nipón anunciando la llegada del verano. Concretamente, entre mediados de junio y julio las precipitaciones asolan la región central de la isla de Honshu. Por supuesto, nosotros, como si fuéramos bereberes sedientos de agua, hemos programado nuestro viaje para que coincida en tiempo y espacio con el húmedo fenómeno meteorológico.

A nuestro favor tenemos varias circunstancias: 1) la pluviosidad en Japón es abundante durante todo el año y, según algunas mediciones, en el tsuyu el incremento de precipitaciones no es tan exagerado como se podía creer; 2) el cambio climático que por momentos hace parecer a Galicia una pequeña sucursal del Caribe, puede obrar milagros similares en Oriente; y 3) vamos a aprender a hacer teruterubozus.

Cualquiera que haya visto un número suficiente de horas de anime y seriales televisivos japoneses se habrá topado en algún momento con estos macrabos muñequitos que, sin embargo, constituyen una de las más célebres tradiciones de los infantes nipones. El teruterubozu (que viene a significar algo así como "que resplandezca, bonzo -monje budista-") es un muñeco hecho artesanalmente con papel o tela blanca que se cuelga en las ventanas, como si fuese la figura de un ahorcado. Este amuleto se emplea para ahuyentar las nubes e invocar el sol. Según las diferentes versiones de la tradición, hay quien sostiene que, si se logra el propósito del buen tiempo, se ha de dibujar una cara sonriente en el muñeco. Otras dicen que se ha de pintar igualmente. Incluso, si lo que se desea es que llueva, bastaría con colgar el teruterubozu patas arriba.

La superstición de los teruterubozus data del Japón medieval, del período Edo. Se inspira en una leyenda según la cual un monje budista había prometido a unos desesperados campesinos que sus rezos pararían la lluvia que arruinaba sus cosechas. Cuando la promesa del bonzo no se cumplió, los labriegos le rebanaron la cabeza. Los cuentos para niños, siempre tan cándidos...

La historia se transmitió en una nana que se canta a la vez que se cuelga el muñeco de la ventana para reforzar su efecto y que aquí transcribo con una traducción al castellano tomada de la web Japonismo:

てるてる坊主 てる坊主あした天気にしておくれ
Teruteru bōzu, teru bōzu ashita tenki ni shite okure
Teruteru bōzu, teru bōzu, haz que mañana haga bueno

いつかの夢の空のように晴れたら金の鈴あげよ
itsuka no yume no sora no yō ni haretara kin no suzu wo ageyo
Si hace un tiempo de ensueño, te regalaré un cascabel de oro

てるてる坊主 てる坊主 あした天気にしておくれ
Teruteru bōzu, teru bōzu ashita tenki ni shite okure
Teruteru bōzu, teru bōzu, haz que mañana haga bueno

私の願を聞いたなら あまいお酒をたんと飲ましょ
Watashi no negai wo kiita nara amai o-sake wo tonto nomasho
Si has escuchado mi súplica, te daré de beber sake dulce

てるてる坊主 てる坊主 あした天気にしておくれ
Teruteru bōzu, teru bōzu ashita tenki ni shite okure
Teruteru bōzu, teru bōzu, haz que mañana haga bueno

それでも曇って泣いたならそなたの首をチョンと切るぞ
Soredemo kumotte naita nara sonata no kubi wo chonto kiruzo
Si aun así sigue lloviendo, te arrancaré la cabeza.

Y, a continuación, la clase de manualidades:

Hacemos un gurruño de papel

Lo revestimos con un sudario

Le estrangulamos el gaznate con un cordel

Lo colgamos cerca de una ventana para atraer a Lorenzo

Así pues, una docena paquetes de pañuelos de papel, un carrete de hilo y un ejército muñequitos ahorcados bastarán para hacer de Japón un paraíso tropical durante nuestra estancia. ¡Todos conmigo!: "teruteru bōzu, teru bōzu ashita tenki ni shite okure...".

マヌエル

sábado, 2 de junio de 2007

Una de trenes y pases

Ya que mi apañero de viaje マヌエル se ha puesto con los ryokan me toca a mi ponerme con otro de los temas que más nos han estado matando neuronas... TRENES


"lo que nos espera..."


Pues si, queridas criaturas lectoras, un buen porcentaje de nuestra estancia en Japón la pasaremos sobre railes y es que este es el país de los trenes, a pesar de tener una de las redes ferroviarias más grandes del mundo, su Shinkansen y una población trabajadora que da la risa ver a horas puntas, su puntualidad es la envidia de todos. En el caso del Shinkasen la media es de menos de un minuto al año, y eso incluyendo el tema de los retrasos de más de una hora en caso de terremoto o tifón. Esto para alguien que, como yo, vive en uno de los paises con una de las redes ferroviarias más completas como es UK es algo increible, solo comentar que como nieve aquí la red se va al traste durante horas.

El problema es que toda esa seguridad en cuanto a trenes se paga, y mucho. Por lo que la opción estaba clara: Japan Rail Pass. La duración de este invento puede ser de 7, 14 o 21 días, durante los cuales podrás viajar a través de la red de JR sin gastar un yen de más.

Ya se ha comentado algo en este blog sobre este pase pero como nunca viene de más repasar, sus características principales son las siguientes:
  • Está pensado para los gaijin o para no residentes en Japón
  • Solo se puede comprar por adelantado y fuera de Japón
  • Debes cambiar las reservas en alguna oficina local al llegar y es cuando empieza a descontar días
  • Cubre casi todas las lineas de Japan Rail tanto en trenes como en buses y algún ferry

Ahora al tema económico...
¿Merece la pena?
La respuesta es SI, pero con una condición, tienes que tener pensado viajar bastante. En nuestro caso está más que amortizado.

Ejercicio práctico: un servidor se ha pasado una tarde haciendo planes y con la ayuda de esta web se ha currado unas tablas de trenes que, si Amaterasu lo permite, debería cumplirse.

Los resultados son los siguientes:

Narita - Kyoto = ¥15.220
Kyoto - Himeji =
¥2.210
Himeji -Kobe =
¥950
Kobe - Kyoto =
¥1.050
Kyoto - Nara =
¥690
Nara - Kyoto =
¥690
Kyoto - Meguro =
¥13.220
Meguro - Hakone =
¥3.430
Hakone - Nikko =
¥8.270
Nikko - Tokyo =
¥4.920
Meguro - Narita =
¥3.280 (este lo pagamos)
--------------------------------------------
Total
(excluyendo el último) = ¥50.650
JR Pass =
¥28.300
--------------------------------------------
Diferencia = abismal
¥22.350

Resultado: Merece la pena

Detalles para curiosos:
Km a recorrer en el tren del terror: 2015,9
Horas sobre railes: 17,02
Horas de espera entre trenes: 2,45

Y tras este tocho sobre trenes solo me queda desear que alguno se convierta en un Densha Otoko de la vida, pero más bien por el tema de pillar la moza no por lo desquiciante del personaje.


-"Tengo el culo cuadrado después de tanto tren"

-"Uyyyy si, y el hemoal no ayuda para nada"

-"Deja de tocarte"


Ja ne!

ミグル

viernes, 1 de junio de 2007

¡Hasta los "hakones"! (...del ryokan)

"¿Y qué tenéis pensado hacer en Japón?", me preguntan últimamente. Y yo les digo: "pues mira tú, cosas como ésta":

-"¿Has visto a la monita del onsen de allí? Ufff..."

-"¡Qué no me entere yo de que ese culito pelado pasa hambre! ¡Arf, arf!"

Sí, uno de nuestros propósitos es pasarnos un día a remojo. Nos iremos a Hakone, buscaremos un ryokan tradicional y allí nos quedaremos como uvas pasas, sumergidos en esos baños termales únicos llamados onsen o rotenburos, cuando están al aire libre. Habrá quien diga: "¡Pero para eso ya tenéis A Chavasqueira en Ourense!". Ummm... ¿cómo decirlo? No-es-lo-mismo.

Claro que cuando uno se mete en este tipo de faenas e intenta reservar un hospedaje rústico en el otro lado del planeta, se pregunta por qué demonios no habrá triunfado el esperanto en el mundo. Yo me pongo en el lugar de un japonés que intenta reservar una casa de labranza en O Incio y me apiado del pobre súbdito de Akihito. Pero si echa mano de internet, siempre ha de encontrar una cumplida traducción, como mínimo al inglés, que le permita agenciarse alojamiento en este confín del globo. Ojalá pudiéramos decir nosotros lo mismo de ellos.

A ver, muchachos. Incluyendo a quienes lo conocen como segunda lengua, el japonés lo hablan unos 120 millones de personas en todo el planeta. El inglés, alrededor de 515 millones. Los parlantes de español suman 425 millones y galegofalantes somos pocos (aunque muy guapos, eso sí). A la vista de estos datos: ¿por-qué-"hakones"-no-ponéis-las-webs-en-cristiano?

En fin, busca que te busca, navegando entre las procelosas aguas del kanji y sus derivados, amén de un par de webs internacionales dedicadas a la reserva de ryokanes, he entresacado una coqueta lista de establecimientos de Hakone en los que podremos vestir el kimono, probar delicias orientales y escalfarnos vivos en esos estanques para monos. Velaquí (sin ningún orden en particular, si bien los tres primeros tienen un aire agreste que mola):


















Para no hacer eterna esta entrada, diré que la mayoría de precios oscilan entre los 15.000 y los 30.000 yenes por persona y noche, incluyendo, por norma general, la cena y el desayuno (casi siempre en la propia habitación). Otro aspecto a tener en cuenta es que todos tienen onsen, pero no todos lo tienen al aire libre (y el riesgo de que te vean el mondongo es un aliciente por el que yo pago bien a gusto -hentai mode ON-). Ahora corresponde al resto de expedicionarios mirar, comparar y votar. A los visitantes, si tienen alguna experiencia o advertencia al respecto de estos locales, se les agradecería que la compartiesen ahora o que callasen para siempre. Elecciones Ryokan Hakone 2007, ganbare!!!

-"A ver, cari, que te saco la espinilla"

-"Yum, yum... Hakone mon amour"

マヌエル